Miguel Ángel Martínez fué designado recientemente miembro del Comité General de la FCI.

Es una de las personalidades de Argentina que ha dedicado la mayor parte de su vida en aprender de sus mentores a desarrollar y proteger un ámbito privilegiado para todos los criadores y expositores de América.

Apasionado por los perros, invirtió su valioso tiempo en viajar, conocer y construir amistades por todo el mundo, que lo ayudaran a incrementar sus conocimientos. 

En esta entrevista intentaremos descubrir cuáles fueron los acontecimientos que forjaron su carrera hasta convertirse en una de las personas más importantes de la canofilia mundial.

 

Por: Alejandro  Murzone

 

¿Quiénes fueron los mentores que te transfirieron tanta pasión por los perros?

A quien primero tengo que agradecer es a mi padre, que a los 8 años me llevaba a cazar y me decía que no se puede cazar si no es con perros. A él le gustaban los pointers y no había muchos perros de caza en aquella época, así que me regalo un pointer y así comenzó mi cariño por el perro de caza y después otra persona que influencio muchísimo en mi vida estando en Santa Fe, fue Cacho Gutiérrez, él tenía muy buen ojo para los perros, era un gran Ovejerísta pero le gustaban todos los perros y realmente me llevo a conocer el mundo de las exposiciones de cinofilia. Entonces yo a los 18 años empecé a presentar perros gracias a él.

Mi primera exposición fue en el Kennel Club Rafaela, donde lleve mi primera perra que era una pointer llamada “Bala”, nieta de “Just the Maroon” un perro muy conocido por los pointeristas. Ahí obtuvimos una medallita con la calificación de suficiente, porque la perra era hermosa pero tenía un prognatismo terrible, (Risas…) pero bueno yo la quería mucho a mi perra.

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Difíciles inicios ¿como los de la mayoría?

Si, pero entonces sabía muy poco, entonces escuchaba a los que yo consideraba que eran más sabios y así fue que durante treinta años escuche, imagínate que cuando yo empecé, no había internet y existían muy pocos libros en castellano. Recuerdo que tenía un libro que me regalo mi padre, que se llamaba “El pequeño gran libro del perro”, era tan viejo que los perros estaban dibujados con plumín… y era una hoja con el desglose de cada perro. Siendo chico, muy jovencito, leí sobre el “Vizsla” y me dije ¡Qué lindo debe ser tener una raza de cacería que no hay en Argentina! Qué lindo debe ser cazar con un perro diferente… siempre me gustó evolucionar, cuando todos cazaban con 16, yo decía que había que cazar con calibres más chicos, ¡Siempre me gusto innovar, siempre me gusto eso, después si cacé con 16! (Risas…) Pero bueno, voy al hecho de que siempre me gusto hacer una evolución en lo que hacía.

Pasaron los años y un día ya estando en la Universidad en Santa Fe, abro la revista “Camping” y leo “Vizslas en la Argentina”, eso fue un martes, bueno el miércoles ya tenía mi primer Vizsla. Ahí conocí al Conde Jorge Von Kesselstatt, quien me llama proponiéndome que fundáramos el Club del Vizsla, corría el año 1972 cuando yo ya estaba casado con Ana y viviendo en Buenos Aires.

Finalmente Fundamos el Club, y como el conde vio en mi a un joven con inquietud, que quería aprender y me gustaba trabajar, me nombró Secretario–Tesorero. 

Para mi hablar con él era extraordinario, había estudiado en La Sorbona,  y cuando vino a Argentina fundó la empresa Cerámica San Lorenzo. Durante la segunda guerra mundial tuvo el cargo de Coronel, verdaderamente un hombre con una trayectoria extraordinaria, que sabía mucho de perros y del que yo aprendí muchísimo.

Un día llega un reconocido criador de Dobermann, apodado El Pipa González y me convoca para formar parte del Comité Ejecutivo de la Federación Cinológica Argentina. Así fue como ingrese por primera vez a formar parte de la Federación, hace ya más de 40 años, ya ni me acuerdo la fecha, pero caí bien, guste y con el tiempo fui pasando por todos los cargos del comité hasta que llegar a ser el presidente más joven con 40 años, cosa que para mí fue un halago.

La política de la Federación era muy buena, estaba ligada a una carrera nacional, pero cuando yo viajo a mi primer exposición mundial me doy cuenta de que necesitaba darle una impronta nueva, que había que darle una salida internacional, ahí conocí en Jerusalén al Dr. Trainin presidente de la comisión científica por tantos años de la Federación Cinológica Internacional, lo invito a juzgar una exposición en La Rural con alrededor de unos 500 perros y me pregunta ¿Por qué no proponen organizar la exposición mundial?, entonces fui y luche contra Suiza, representada por mi gran amigo Hans Müller que también era el presidente de la FCI. Algunos acá decían ¿Por qué no donan el dinero a Casa Cuna, antes de tirarlo sabiendo que no se va a ganar?

Contra todos los pronósticos ganamos el derecho a nuestro primer mundial en Buenos Aires - Argentina 1993. Ese evento determinó un antes y un después, esa mundial fue el puntapié inicial de una gran trayectoria a nivel internacional de la Federación Cinológica Argentina.

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Siempre poniendo el corazón y la convicción para lograrlo

Sí, también he trabajado para SICALAM y para la sección de las Américas y el Caribe de la FCI y me siento orgulloso de haber logrado muchas cosas.

 

Ahora estas disfrutando tu nombramiento para integrar el Comité General de la FCI

Realmente uno no se da cuenta, pero cuando pienso que somos solamente seis personas en el mundo que tenemos el orgullo y la responsabilidad de ocupar este cargo. Fuimos elegidos a traves de una votación internacional. Uno se asusta pero no deja de ser la trayectoria de mucho trabajo, realizado honestamente, correctamente y la gente ha valorado todo mi esfuerzo en la FCI y todo mi trabajo durante 20 años como presidente de la Sección de las Américas y el Caribe. Es muy difícil ganar en elecciones para estos cargos tan importantes y con los votos de América no se gana, entonces es muy gratificante saber que muchos países de Europa me han votado, así que estoy con mucha expectativa y con muchas ganas de trabajar, ya me pusieron a cargo de las Comisiones de Caza Británicos, Comisión de Caza Continental, de Dachshund, de Hound o sea que voy a tener mucho trabajo así que voy a estudiar mucho para estar a la altura de las circunstancias, porque en estas comisiones hay gente que sabe mucho y viene trabajando desde por lo menos hace 20 años, pero voy a luchar para que estas actividades sean muy buenas, que sean importantes dentro de la FCI.

 

Siempre en nuestras conversaciones traes a referencia al Sr. Hans Müller

Yo con Hans Müller tengo una debilidad. El fue presidente de la FCI por mucho más de 20 años y la coloco en un lugar privilegiado de un planeta tan difícil como el nuestro y esto hay que hacerlo, nada es fácil y el coloco a la FCI como la institución más importante del mundo. Probablemente tardo 2 años más en retirarse pero fue por culpa mía que siempre le pedía que siguiera un poco más, porque es un hombre con un conocimiento de la canofilia impresionante, con una paternidad hacia los que somos más jóvenes que verdaderamente emociona. He estado con Hans Müller tanto en buenos momentos como en malos momentos y él siempre ha sido una sola persona siempre y eso lo enaltece, a mí me provoca un respeto muy grande.